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Arte. Eduardo Arroyo. «El destino del pintor es hasta el final»

MAX BILL. (1976). EDUARDO ARROYO

Eduardo Arroyo, Pintor, (Pintura Poltica, Figuración Narrativa, Pop Art).

Escultor, Escritor. Artista. Madrid, 26 de febrero de 1937, Madrid 14 de octubre de 2018, nació, en la Callle Argensola, cerca de la céntrica y popular, Puerta del Sol.

Arroyo, pronto hurtado, y solo, es, huérfano de padre, (Juan González Arroyo), murciano, (farmacéutico), de clase media, y amigo de grandes escritores como, García Lorca, Jacinto Benavente, o Jardiel Poncela; privó pronto de su figura, a su joven vástago, de tan solo 5 años. Su madre, Consuelo Rodríguez (de Madrid), muy pronto se convierte, en una joven viuda, republicana, y radicalista de izquierdas.

Eduardo Arroyo, comenzó mal sus estudios en el Liceo Francés, donde fue duramente castigado, y expulsado por mala conducta, luego está, su paso, por el Instituto Docente Nuestra Señora de la Almudena, después, los estudios de periodismo, y luego, el servicio militar obligatorio, en el Regimiento de Infantería Asturias 3.

Dibujaba desde niño, mas quería ser escritor. Fue desde muy temprano, un ansioso lector, un gran amante de la literatura, que no renunciaría nunca, al uso de la palabra dirigida cual afilada saeta, como aguda critica, y con una muy personal orientación, y clarividencia.

ARROYO EXILIADO

1958. Perdedor, en una España de posguerra, parte pronto huyendo, hacia el frío, y desamparado exilio; llega a París, en diciembre, (un mes especialmente triste, si te encuentras extrañado, y solo), tenía 21 años… ¡En España, ya era mayor de edad!

Retrato del enano Salvador de Morra, bufón de corte nacido en Figueras, en la primera mitad del siglo XX.  Eduardo Arroyo. (1970).

Será París, la ciudad en la que residirá, la mayor parte de su vida; y pronto, se relaciona con otros españoles (los de la otra España), y explosivo, activo, y combativo como es, ataca sin descanso, denunciando el régimen del general Franco.

Es en París, faro del exilio, ciudad bella, y dura, donde el literato, que prosaicamente, tiene que vivir, se hace pintor, (pronto realiza retratos callejeros, y pinta con tizas de colores, las aceras del Louvre). París, mosaico de teselas, con sus orillas al Sena, con su liberté, será para él, la acogedora ciudad vecina. Es en esta década (1960), cuando retrata a Napoleón, «el rebelde que hay en Eduardo Arroyo, enseña las orejas», contra él, y contra todo. También, tienen lugar, sus primeras instalaciones artísticas, y sus primeros retratos.

Gran aficionado a la tauromaquia, realiza la serie «Los Toros», (retratos de toreros). La contradicción, el yin y el yang, la atracción y la repulsión, la vida y la muerte; símbolos y épica mandarina, manchados de roja…, sangre roja, y negra…, reza el verso lorquiano, «a las 5 de la tarde». A las 5 de la tarde, se tiñe de abstracción el lienzo del albero, donde es serio y soleado, el escenario del bárbaro coso taurino.

1963, presenta en la III Bienal de París, la serie, efigies de dictadores, (Franco, Salazar, Hitler y Mussolini), el gobierno español airado protesta. Expone, en la Galería Biosca de Madrid, (fue censurada), y el artista perseguido, (huyó de la policía); finalmente, el evento sería clausurado. 1969. Realiza retratos de Sir Winston Churchill (como pintor dominguero), y la serie El Alhameim, al más puro Pop Art.

Década de los 70. En 1972 viaja a Nueva York. En 1973 pinta desiertos y palmeras. Expone en Milán, la serie Óperas y Operetas.1972/3/4, Pinta retratos, de sus amigos, también de figuras universales del arte y la sociedad, y retratos de fotografías, de las que se nutre, interviniéndolas artísticamente.
1975/76.

En 1975 (Muere Franco), la Academia de Bellas Artes de Berlín, cursa una invitación formal, en la que invita a trabajar al artista, en la capital del triste muro, 9 meses, (Arroyo acepta), pinta y expone en Berlín, Barcelona, y París.1976.

Con 39 años de edad, puede por fin obtener, el pasaporte español, después de 20 años de prohibición. El apátrida exiliado, vuelve a España, en 1977, pero algo en ella le es extraño, y se siente solo y abandonado, todo cambió, mas ahora todo debe fluir de nuevo.

Tal vez su vuelta, es inversa a su esperanza idealizada, y como al mito, le supera. ¡Mas a menudo, son tan lentos los cambios!), e implicado, pinta dos cuadros con idéntico título, «Feliz, quien como Ulises, ha hecho un largo viaje, I, y II«. Pop Art, figuración cinematográfica, al más puro cine negro americano. Pinta las series, «Deshollinadores», «Pintores Ciegos», y «Entre los Pintores».

Seres sin rostro, fantasmas, es un Hamlet revivido, en busca de la verdad escondida.

Entre pintores. 1976. Eduardo Arroyo

No en vano, conoce la lucha, el terrible grito; y posee, la misma cohesión epica, que impregna al boxeador, aureolado de tragedia y culmen, ¿el arte?  Si, y también  el boxeo. al que tantas cosas le une, identificándose con sus valores, de sacrificio, soledad, y dolor.

1982 recibe el Premio Nacional de Artes Plásticas. Este año, se publica en Francia «Panamá» Al Brown, la biografía de Alfonso «Panamá» Al Brown, boxeador que fascinó al pintor, y que tardó en escribir 5 años. Tambien este año, comienza su actividad como escenógrafo.

1987, expone en Madrid, una serie de esculturas, de cabezas de mujeres españolas.

1999, monta, la ópera Tristán e Isolda, ilustra libros y realiza esculturas.

2000, recibe la Medalla de Oro al mérito en las Bellas Artes.

2012, Por encargo (de su director), pinta un cuadro para el Museo del Prado. La obra es expuesta posteriormente, en la magnífica pinacoteca madrileña.

Eduardo Arroyo, corajudo e irreverente, pintor autodidacta, con obras en los más importantes museos de todo el mundo, y cerval anti franquista, falleció el domingo,14 de octubre de 2018, de cancer, a los 81 años de edad, en su domicilio de Madrid.

En febrero, solo unos meses antes de su óbito, asistía a Arco Madrid (feria internacional, anual, de arte contemporáneo) donde tuvo la oportunidad de saludar y conversar unos minutos, con el rey Felipe VI.

Arte. «El destino del pintor es serlo hasta el final». Eduardo Arroyo

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