,

Mitología. Jasón y los Argonautas. El Vellocino de Oro

Medea y Jasón. John William Waterhouse

Jasón. Héroe de la mitología griega

Sobre su madre, (desconocida), se barajan diferentes hipótesis, su padre, fue Esòn hijo de Creteo, rey de Yolco, que fue destronado por su medio hermano Pelias, o al que tal vez, solo relegara de su trono, hasta la edad legal.


Pelias intranquilo, acude al oráculo del devenir, que le alerta sobre un hombre que, aunque ávido caminante, lo es calzado solo de un pie con sandalia, y que este, pondrá en incierto jaque su trono.

Quirón el fantástico centauro benéfico, educa al Jasón niño. Con 20 años el infante ya es un hombre, ¡Y reclamará, su derecho al heredado trono de Yolco! Camina y no pasa desapercibido…, va cubierto de una soberbia piel de pantera, y en su manos porta dos lanzas, una para cada una, pero desluce la cautivante escena, su calzado, pues solo lleva una sandalia en el pie diestro, extravió la otra, vadeando el río frío, cuando gentil ayudó a Hera, (más tarde esta tendría la oportunidad de agradecérselo) anciana, a vadearlo.

Jasón apareció en la plaza de Yolco, Pelias su tío, siempre supersticioso, se encontraba en ese momento, realizando una ofrenda a los dioses, cuando súbitamente se fijó, en su sobrino, al que no reconoció, sin embargo, un terrible escalofrío recorrió su espalda y le temblaron las rodillas, pues el excéntrico visitante caminaba descalzo del pie izquierdo, y amargamente, entonces,  recordó la maléfica profecía.
Jasón ajeno, se encamina a casa de su padre (Esón), y después de apenas una semana, decidido, se dirige a casa de Pellas, y le reclama el trono, mas este, artero, le comisiona lejos de su predio, y lo envía a Cólquida cerca del Cáucaso, en pos del Vellocino de oro, (la piel de un fabuloso carnero de oro puro), carnero auxiliador, que en su día salvó la vida a, Frixo, que posteriormente, regaló el pellejo al rey Eetes, quien después de sacrificiar al benéfico carnero a Zeus, lo consagrò a Ares y colgó su preciado pellejo dorado, de la rama de un bello árbol, al cuidado de una vigilante serpiente, siempre despierta, y perpetua pesadilla custodia, terrible, y reptante.

Jasón se afanaba en la preparación de su lejana misión, y con la ayuda de Argos, y el sabio consejo de Atenea, construye la nave Argo, luego de dotarla de provisiones, selecciona a los héroes griegos que le acompañarán, (entre 45 y 69). Ya en el mar,  Arribaron pronto a la isla de Lemos, solo poblada de mujeres, y donde la reina Ipsípila, se enamora de Jasón, con el que tiene 2 hijos varones mellizos, y le cuenta que viven marginadas, en una isla de destierro, donde penan, por negarse a rendir culto a Afrodita, y que la diosa vengativa, las impregnó de un hedor halitosico nauseabundo, y que por esto, sus maridos, asqueados yacen con esclavas, y que entonces ellas, desesperadas mujeres, vejadas, y malditas, degollaron a todos sus parientes hombres. Ella, la reina por su gracia indultó a su padre, a quien mantuvo oculto.

Medea. Henri Klagmann

Jasón después de algunos meses, continuó en con su misión. De país en país se detuvieron en Salmideso, y allí ayudaron a un ciego adivino, llamado Fineo, a acabar con las Harpías, que le impedían a él, castigado por los dioses, acercarse a la comida. El adivino les debía una, y los compensó, trazándoles el camino hasta Cólquida, advirtiéndoles antes, sobre las Rocas Azules, enormes masas pétreas flotantes, que oscilantes, chocaban entre sí fuertemente, machacando a todo aquel semoviente, que osara franquearlas, agradecido, les desveló en secreto, como podrían burlarlas, cosa que hicieron fácilmente después del soplo. Llegando finalmente al destino de su misión, Jasón, se reunió con el rey Eetes y le reveló sus intenciones, el rey no se lo puso fácil, pero tampoco se lo negó, a cambio Jasón y los Argonautas, deberían primero, unir a dos toros, que guardaban celosos la deseada piel, con furioso celo, y después ayuntarlos para arar con ellos, y sembrar en los abiertos surcos, unos dientes, que había entregado hace tiempo Atenea al rey Eetes, mas, no era eso todo, también debían, acabar con la rastrera serpiente, vigilante, y siempre insomne, que protegía al deseado Vellocino de oro.

Medea. (1862). Eugéne Delacroix

La bella hechicera Medea, hija del, rey, y enamorada de Jasón, ayudó a este, en sus difíciles mandatos, con dotes mágicas, y Jasón prometió llevarla, con él a Yolco. Nuestro héroe avisado por ella, ingirió, una pócima que le protegería de las sañudas acometidas taurinas, superado ya,  este terrible trance, sembró los dientes sobre la tierra, y enseguida, brotaron de ella cientos de hombres armados, (Espartos), que violentos se abalanzaron sobre Jasón, pero este advertido por Medea, arrojó una piedra entre ellos, y entonces acabaron embrutecidos, enfrentándose entre ellos. Medea previsora, trágica, y maga diligente, provocó entonces, un terrible sueño en la custodia reptante siempre insomne, y así, el Vellocino fue finalmente capturado y Jasón partió feliz, navegando raudo, llevándose la preciada piel, y también a Medea, y a Apsirto, un hermano de esta.

Pelias y Jasón

En su movido regreso son perseguidos por Eetes, y muere Apsirto fratricidamente, a maños de su hermana, que cruel, lo despedaza tirándolo al mar, del que el afligido, rey padre, y perseguidor, recoge sus restos, mientras, pierde la pista de Jasón. Según otra versión, Apsirto abandonado, persigue a Jasón, y a su hermana, y después de encontrarlos, pide a Alcinoo, (pues los fugados se encontraba en sus predios), la entrega de esta, entonces, Alcinoo, tiene que mediar y decide que entregará a Medea, a su hermano, si se demuestra su virginidad, (en secreto Alcinoo, se lo comenta a su esposa), y está informada, a su vez, se lo revela a nuestro héroe, que entonces ingenioso, yace con su prometida, y así, al día siguiente, Alcinoo, se ve en la obligación de entregársela a Jasón.

Su hermano no se rindió, los persiguió, y en una isla en que Jasón realizaba un sacrificio a los dioses, fue donde después de un duro enfrentamiento, muere Ipsirto, tal vez de su muerte, no sea inocente su intrigante hermana. Regresaron, mas pasaron por terribles y curiosos peligros; perseguidos, sufrieron imponentes tempestades, las airadas sirenas les asediaron, los horribles monstruos los atacaron, y también un imponente gigante; aun así superadas todas las pruebas, felizmente arribaron a Yolco, y el vellocino le fue entregado a Pelias.

Jasón y Medea. Gustave Moreau

Pero con doblez y calculo, Medea y Jasón tramaron su muerte. Esta fue capaz de convencer a las hijas de Pelias, de que podrían devolverle la juventud, a su padre, partiéndolo en trozos y cociéndolo. Pelias murió, y Acasto, su hijo expulsó a Medea y Jasón, que se exiliaron. Medea la torcida, la que nunca perdona, vivió después, una relativa felicidad con Jasón, habían pasado ya 10 años y tenían dos vástagos, entonces Jasón que nunca descansaba matrimonia con Creúsa, repudiando así, a la terrible Medea, que vengativa, asesina a la recién casada y a los 2 hijos que esta había tenido con Jasón. Finalmente, nuestro héroe regresa a Yolco, saquea la ciudad, y él, o tal vez su hijo Tésalo, ocupan el trono.

Existen diferentes versiones sobre la muerte de Jasón, una de ellas nos cuenta que no pudiendo soportar la tragedia causada por Medea acabó suicidándose, en otra, se relata su curiosa muerte, acaecida al caerle encima, un gran trozo de podrida madera, de la legendaria, y aventurera, nave Argo. La bella Medea después de múltiples aventuras, falleció morando desde entonces, en los Campos Elíseos, donde vive feliz por toda la eternidad.

Jasón y los Argonautas. El Vellocino de Oro

Jasón y los Argonautas. El vellocino de oro. Mitología. Héroe. Medea. Mito. Literatura

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *