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Literatura. “Serpientes” Colette

Scene. (2021). Tomás Bartolomé. Oil on canvas 

Hola apasionados por el Arte…

Sidonie-Gabrielle Colette (Saint-Sauveur-en-Puisaye, 28 de enero de 1873París, 3 de agosto de 1954), más conocida como Colette, fue una novelista, periodista, guionista, libretista y artista de revistas y cabaré francesa. Adquirió celebridad internacional por su novela Gigi, de 1944, que fue llevada al cine por Vincente Minnelli en 1958. Siendo miembro de la Academia Goncourt desde 1945, llegó a presidirla entre 1949 y 1954. Fue condecorada con la Legión de Honor.

Novelista, escritor fantasma, periodista, escritora, libretista, guionista, cuentista, dramaturga, prosista y actriz

Fuente Wikipedia.

Su vida de escritora a la sombra, cuya autoría al principio, firmaba su marido, le facilitó reivindicar, los derechos de la carne sobre el espíritu y los de la mujer sobre el hombre. En la mayor parte de su obra esta temática, es el eje constituyente de su importante obra, aún no suficientemente reconocida por la crítica literaria, a pesar de haber recibido grandes honores y reconocimientos estando aún viva. 

Pero en sus escritos no solo aborda las relaciones humanas y nos muestra una visión de ellas, desde un punto de vista feminista, también escribe espléndidamente, sobre la Naturaleza.

Su precisión en las palabras que describen la belleza de la naturaleza, su gran poder de observación, su fino análisis de la conducta de los animales, y una gran voluptuosidad y sensualidad expresadas con estilo igualmente fresco y libre, hacen de ella una escritora, apasionada, por la vida, y por todas las maravillas, que en ella se contienen.

 

Seguidamente, una pequeña muestra de lo que es capaz de escribir Colette sobre algunos de los animales que describe…

SERPIENTES. PRISIONES Y PARAÍSOS. (1930). FRAGMENTO

“Sesenta, ochenta quilos de serpiente, sobre la rama más baja del árbol muerto. No parece que haya nada vivo. ¿Acaso la rama muerta moverá al animal? Reluciente, lustrada por el deslizamiento de generaciones de reptiles, cilíndrica, ondulante, hinchada a trechos… ¿Acaso se tragó un conejo que ahora está digiriendo?”

De golpe, hemos penetrado en el mundo de los reptiles, del cual participa incluso lo inanimado.

“En la rama más alta, un quintal de pitón duerme, o parece dormir. Enrollada en espiral, ha asegurado su equilibrio enroscando su cola en forma de ocho. Pero, ¿que hacer con los Díez pies, que todavía penden? iYa está! Ha resuelto el problema formando con ellos varios nudos de tejedora, escondiendo la punta. Dos harapos transparentes, color de araña, demuestran que la primavera ha hecho salir de los mismos a las dos grandes serpientes. Son completamente nuevas. El arroyo cuando recibe la luz del sol, brilla menos que ellas. Pero, ¿donde está el cuello, los flancos la cabeza? Un empedrado de esmalte cubre a esos cilindros, oprimidos por su propio peso.

La espalda, el flanco -si en realidad son la espalda y el flanco-, refulgen con el azul de la golondrina, el verde amarillento del sauce, muestran tonos oscuros y semioscuros dispuestos en forma de mosaico, y me digo a mi misma ingenuamente: “i Qué mosaicos más sencillos…!”, en el preciso instante que me doy cuenta de que los pequeños triángulos forman en un punto determinado una especie de ojo provisto de una mirada fija, casi muerta. Retrocedo… Este animal que esconde su principio y su final, que mira, espantosa y fríamente, no procede del mismo país que yo, ni del mismo vientre…”

He ahí lo que distingue a la serpiente inmóvil de cualquier otra cosa del mundo. Ahora se trata de hacerla mover según su “estilo” que no puede confundirse con nada :

“De pronto todo vacila, todo se desliza silenciosamente. La pitón a la que creía inmóvil”-, se ha puesto en movimiento, sorprendiendo a mis sentidos, a mis ojos limitados y acostumbrados al paso, al salto…

“Se mueve: así avanzan las mareas sobre la playa, suspendidas de la luna. Así se propaga el veneno por las venas, el mal por el espíritu. Se mueve, pero no va a ninguna parte. Aún no he podido ver donde tiene la cabeza y donde la cola. Se funde en sí misma, progresa sin cambiar de lugar, se reabsorbe y se dilata sin desatar sus propios nudos.

“Se mueve, y el sólido universo parece zozobrar…”

Literatura. “Serpientes” Colette

Literatura. Colette. Serpientes. Escritoras